diferencias

en el salon solitario ya no hay nada que limpiar
los espejos reflejan el brillo de la mañana y ya ninguna imagen parece retener las reminiscencias de lo que ahi sucdedio
placidamente el aire deambula invisible en cada rincón sin nada que lo inhale para recorrer su ser
ya no hay eco, nisiquiera de los zapatos contra el suelo en la pista de baile
mucho menos las risas, ni las lágrimas al caer
ya no hay manchas de bebidas regadas por el suelo y las arañas nisiquiera están tiznadas por las candelas sostenias horas atrás
nada queda
nisiquiera una risa, ni un lazo
mucho menos un rastro de sonrisas o papeles
callados en ese escandaloso silencio
habiendo partido ya cada quien para sus sitios de albergue y con suerte, de origen
en las mareadas horas del crepúsculo
tal vez terminen olvidar lo que el alcohol no borró ya
enterrandolo en el jardín junto al salón
entre las rosas y orquídeas, para alimentar futuras flores que serán arrancadas para una siguiente ocasión
con nuevos trajes y temas, pasos de baile y conversaciones... la misma anfitriona estará en el lugar, sosteniendo esa gentil mirada y cálida sonrisa que quizás a nadie logre nada recordar
pero eso será en otro día, otra noche, otra celebración
a tres pasos y cada cual con un solo golpe
3 tiempos son más que suficientes para proseguir
y el aire levanta la última ligera pluma... y la dirige hasta el jardín
donde algún otro pájaro la tomará para su nido, en donde cobijará la próxima camada, en estos días finales de verano, inicios de primavera, cuando todo renace no sin antes desfallecer
mustios floreros, deslucidos platos que ya son atendidos en los grifos para ser lavados
nada queda ya en el salón
pero quizás un día pasemos por ahí, no para una fiesta pero sí para correr y gritar haciendo más alboroto que todas esas personas juntas esa noche
y juntaremos lo aprendido, colecciones de lecciones e imágenes que ninguna cámara logró captar, algunas alteradas y otras no
al final de cuentas, es lo que cada quien se llevó de ahi
tu un pedazo de risa, yo dos mechones de miradas... quizás juguemos cartas antes de vagar por el jardín otra vez
ya que las cosas están de vuelta en su lugar
que nada queda en el salón ya
ahora... es tiempo de desmantelarlo por completo una vez mas para que el jardín devore por completo en su ínfima eternidad